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La Jota es declarada Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial

El Ministerio, a través del Real Decreto 600/2023, de 4 de julio, declara la Jota como género tradicional, Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial, en virtud de la Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

En Aragón, la Jota ya había sido declarada Bien de Interés Cultural en virtud del DECRETO124/2013,de 9 dejulio, del Gobierno de Aragón.

BOE número 170. Declaración como Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial

BOA número 141. Declaración como Bien de Interés Cultural.


El Gobierno de Aragón declara Bienes de Interés Cultural en la categoría de Monumento 14 Pozos Fuente de la provincia de Huesca, entre ellos, el de Abizanda.

Por DECRETO 24/2023, de 8 de marzo, el Pozo fuente de Abizanda ha sido declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento, junto con otros 13 de la provincia de Huesca.

Los pozos fuente monumentales se localizan en la provincia de Huesca, en las inmediaciones del Somontano Barbastrense a las faldas de la Sierra de Guara y constituyen uno de los principales ejemplos de arquitectura tradicional vinculada al agua, verdaderos ingenios del patrimonio hidráulico en Aragón que reúnen siglos de historia, experimentación, observación y respeto al medio bioclimático semiárido, en el cual escaseaban las aguas superficiales, teniendo que captarse de los acuíferos subterráneos.

Son una solución arquitectónica sincrética de gran sabiduría, decantada a través de las aportaciones de diversas culturas mediterráneas y orientales. Los antecedentes de los pozos fuente, nos retrotraen aproximadamente al siglo VIII a. de C. a la arquitectura del agua en Mesopotamia, Egipto y el Imperio persa; posteriormente los romanos y los musulmanes desarrollarían el sistema de captación de agua con gran técnica y maestría, adaptando estos ingenios a sus propios sistemas económicos.

En términos generales, la arquitectura del agua era funcional, realizada para captar, almacenar, distribuir y proporcionar agua para el grupo, sus actividades económicas, ganaderas, agrícolas, artesanales y oficios varios. Los pozos fuente forman parte de un extenso abanico tipológico en función de los usos del agua: arquitectura del hielo (neveras y pozos de hielo), arquitectura de distribución del agua para la agricultura y ganadería (canales, acequias, norias, noriales, acueductos, abrevaderos, balsas), empleo del agua como fuerza motriz (molinos de diferente naturaleza como harineros, molinos traperos o batanes, molinos de papel, almazaras o molinos de aceite), construcciones para abastecimiento humano (fuentes, aljibes, pozos), entramados fluviales (azudes, puentes, balsas de paso, embarcaderos, pontones), etc.

Son unos pozos singulares, de ellos no se extrae el agua desde el brocal, con ayuda de la “garrucha” y el “pozal”, sino que se accede descendiendo hasta encontrar el nivel freático del agua mediante una escalinata monumental, enmarcada en potentes muros de sillería pétrea y cubierta, parcialmente abovedada o en algún caso excepcional adintelada, segmentada por medio de arcos fajones de herradura, de medio punto u ojival; desembocando en una cámara abovedada en la que se acumula el agua, que era extraída con ayuda de piezas de “alfarería de basto o agua”, el dintel por donde se accede al agua está en ocasiones marcado por círculos en los que se apoyaban las tinajas.

Estos pozos distribuidos por las poblaciones de la provincia de Huesca, territorio islamizado en la Edad Media, pueden considerarse herederos directos de la arquitectura hidráulica musulmana, de los denominados Qanat, etimología árabe que se traduce por canal o acueducto, en éste caso subterráneo; los muqannis eran, en la cultura musulmana, los que desempeñaban el oficio de cuidador de éstas obras hidráulicas.

Cronológicamente, estos pozos fuente pueden oscilar entre el siglo X al XVIII, popularmente suelen denominarse Pozo Moro o de los moros, lo cual en la memoria colectiva tan sólo hace referencia a un pasado remoto. Es constatable en alguno de estos pozos fuente, por sus evidencias constructivas, su cronología medieval musulmana, algunos de estos monumentos presentan significativos arcos de herradura musulmanes que pueden remontarse a los siglos X- XI, además los muros se trabajan según la técnica de “soga y tizón” practicada en la arquitectura musulmana.

El patrimonio inmaterial relativo a los pozos fuente, nos muestra unos lugares misteriosos y mágicos, sensación acrecentada por el sentido descendente en busca del agua de las entrañas de la tierra, la oscuridad de la cavidad interior, las leyendas para prevenir de los peligros de la imprudencia de la infancia por jugar en éstos entornos o los riesgos de ensuciar las aguas. Había momentos festivos destacados en la vida de la comunidad, en los que los pozos fuente cobraban especial relevancia: las festividad del equinocio de San Juan cuando los mozos acudían a hacer abluciones y purificarse en sus aguas, rememorando ancestrales rituales de naturaleza; las matacías en el invierno, cuando las subidas y bajadas para acarrear agua eran más frecuentes por las labores que se realizaban, o incluso los juegos de reto y habilidad que se apostaban sobre quien acarreaba más cántaros sin caerse.





El Gobierno de Aragón amplía el listado de cuevas y abrigos con arte rupestre declarados declarados Bien de Interés Cultural.


Mediante la ORDEN ECD/628/2020, de 7 de julio, el Gobierno de Aragón aprueba la ampliación de la relación de diferentes cuevas y abrigos con manifestaciones de arte rupestre y su localización, considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la Disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés y modifica el anexo de la Orden de 29 de septiembre de 2011, del Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, por la que se aprueba la relación de diferentes cuevas y abrigos con manifestaciones de arte rupestre y su localización.

Esta orden implica la declaración como Bien de Interés Cultural de más de sesenta enclaves nuevos con arte rupestre en Aragón. De ellos, una docena pertenecen a Sobrarbe:



    -Abrigos de O Tozo I y II, en el municipio de Bárcabo

    -Cueva Lóbrica, O Lomar I, II y III y Cueva Lucía I y II , Mallata de Puértolas y Forato de la Sierra en Gallisué, en el término municipal de Fanlo

    -Hospital de Gistáin en el términio municipal de Gistaín

    -Abrigo de la Selba en Caneto, en el término municipal de La Fueva



Descárgate la orden publicada en el BOA:


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Cierva levantina en O Lomar.



La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón inicia procedimiento para la declaración de la arquitectura del hielo en Aragón, como Bienes de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.


El 29 de junio de 2020 se publicó en el BOA número 127 la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural por la que se inicia procedimiento y se abre un periodo de información pública para la declaración de los bienes denominados Neveras y Pozos de Hielo en Aragón: la arquitectura del hielo, como Bienes de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.


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Pozo de Balasanz, en Lecina.



La resolución de la Dirección General de Patrimonio recoge la propuesta de proteger bajo la figura de Bien de Interés Cultural una serie de elementos inmuebles de la arquitectura del frío, dispersos geográficamente y diferentes entre sí, formando parte de un activo comercio y red de abastecimiento, que responden a la misma funcionalidad y tipología, y detalla sus características esenciales:

La arquitectura del hielo, las neveras y pozos de hielo, son magníficos exponentes de un arquitectura tradicional o popular, que llegan a alcanzar una calidad y soluciones constructivas muy originales y artísticas; pero también son ejemplo de un modo de vida, en el que un producto como el hielo, era absolutamente necesario e implicaba por ello múltiples aspectos, hoy culturales y patrimoniales; antaño legislativos, económicos, sociales, médicos y gastronómicos.


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Pozo de San Hipólito, en Castejón de Sobrarbe


Las neveras, neveros, pozos de hielo, chelo o yelo, pocicos y neverías constituyen una tipología de arquitectura tradicional, en una fase preindustrial, vinculada a la categoría de arquitectura relacionada con el agua en estado de hielo, también denominada "arquitectura del frío". Aragón cuenta con alrededor de 300 elementos de este tipo distribuidos por toda su geografía. En la mayoría de los casos su origen se remonta al periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII, excepcionalmente en el siglo XIX, para iniciar su abandono a finales del siglo XIX, con la producción de hielo industrial. Durante el siglo XX comenzaron a restaurarse algunas de ellas y mostrarlas al público, de manera que actualmente muestran muy diferente estado de conservación.

Las neveras están profundamente arraigadas en el paisaje que las generó, aprovecha los materiales existentes en su medio y se adaptan a las condiciones bioclimáticas en que se ubican. Los artífices de estas construcciones son la propia comunidad vecinal que las construyó y que las utilizó.

La conservación de la nieve fue una actividad practicada desde la antigüedad, pero fue en el Renacimiento y Edad Moderna cuando la obtención del hielo con diferentes finalidades se convirtió en un recurso y también en una moda generalizada.

La declaración de estos elementos como Bien de Interés Cultural pretende poner de relieve la relevancia arquitectónica e inmaterial de esta arquitectura del hielo, resaltando sus ejemplares más relevantes, seleccionados por diversos factores: por su factura arquitectónica, por sus características inmateriales, por representar un importante eslabón en la comprensión de la red del comercio y abastecimiento del hielo, por la documentación archivística asociada o por su interacción con el paisaje.

Las neveras y pozos de hielo presentan unos rasgos comunes básicos que tienen que ver con su utilidad. Así, tienen dos cuerpos: pozo cilíndrico excavado en el terreno y cubrición por medio de bóvedas semiesféricas o cúpulas de aproximación de hiladas; normalmente, con solería de piedra o de tierra impermeable en la que se excavan los desagües para evitar que el agua del hielo derretido siga dañando el producto en el interior, finalidad que se suma al intercalado de paja con la nieve en capas sucesivas de unos 50 cm aproximadamente. Se llenaban y vaciaban a través de una abertura practicada a media altura, frecuentemente acodada y con otra abertura en el centro de la bóveda para empozar mediante pisones y mazas y sacar los bloques de hielo, divididos con las sierras.

En el entorno de los pozos o neveras existía un "raso" o "era", zona delimitada para acumular y recoger la nieve con la que se llenaban las neveras. Los límites de esos rasos eran a veces motivo de litigio y precisaban un mantenimiento constante de limpieza de árboles y arbustos, imprescindible para que se produjera la acumulación de nieve. Por ello numerosas neveras se emplazan en las afueras de los pueblos, en zona algo más elevada aprovechando las eras, ya aplanadas y limpias, con los pajares aledaños que proporcionaban la mies ya cortada para intercalarla con las capas de nieve.

El hielo se obtenía bien acumulando la nieve caída en las inmediaciones o bien a partir del agua helada en la superficie de las balsas en las zonas áridas de escasa altitud y en donde apenas nevaba, como los alrededores de Zaragoza o los Monegros.

Por lo que respecta a la morfología y tipo de construcción, no existe una nevera igual a otra puesto que todas ellas se adaptan al terreno, a la zona geográfica, a los materiales (piedra, ladrillo, madera…) y técnicas constructivas practicadas en la zona (sillería, mampostería, sillarejo, piedra seca) y a la cantidad de población que abastecían. En cuanto a la propiedad, mientras algunas eran de particulares, otras pertenecían a órdenes religiosas vinculadas a monasterios y conventos, otras eran de propiedad municipal, de la monarquía o incluso señoriales.




El sistema de bancales, casetas y mosales en piedra seca de Escartín se declara Bien de Interés Cultural.

    El sistema de bancales, casetas y mosales de piedra seca de Escartín, Broto (Huesca), constituye un sistema bien conservado de construcciones en piedra seca ligadas a actividades agropastoriles en un paisaje apenas modificado por la intervención humana en los últimos años.

    Por todo ello, el pasado 10 de enero de 2019, la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, entendiendo recomendable su protección como parte sobresaliente del Patrimonio Cultural de Aragón, acordó iniciar expediente para su declaración como bien de interés cultural, en la categoría de conjunto de interés cultural, lugar de interés etnográfico, resolución que fue publicada en el BOA de 28 de enero de 2019.




    El lunes 10 de febrero de 2020 el Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés, acordó la declaración de bien de interés cultural , en la categoría de conjunto de interés cultural, lugar etnográfico.


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El puente colgante de Jánovas declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento

El 28 de diciembre de 2017 se publicó en el BOA el decreto 206/2017, de 19 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se declara Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el Puente colgante de Jánovas sobre el río Ara, en el término municipal de Fiscal (Huesca).

Se trata de un puente construido en 1881 sobre el río Ara, para unir los dos antiguos caminos que discurrían a poca altura sobre el río por el congosto, y que formaban parte del camino a Francia por el valle del río Ara.

Es considerado el único puente colgante del siglo XIX que se mantiene en España y en el entorno, y que conserva sus elementos estructurales originales, incluido el singular sistema de cables formados por alambres paralelos.

Descárgate aquí el decreto de su declaración como BIC


Las fiestas del fuego del solsticio de verano en el Pirineo oscense declaradas Bien Catalogado Inmaterial.

El 30 de enero de 2014 se publicó en el BOA la resolución de 15 de enero de 2014, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se iniciaba el procedimiento para la declaración de las fiestas del fuego del solsticio de verano en el Pirineo oscense como Bien Catalogado Inmaterial y se abría un período de información pública.

El 10 de junio de 2014 se aprobó la ORDEN del Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, por la que se declaran Bien Catalogado Inmaterial las fiestas del fuego del solsticio de verano en el Pirineo oscense, publicada en el BOA nº 126 de 1 de julio de 2014.



En Aragón, en algunas localidades del Pirineo central y oriental, la noche del 23 de junio, víspera de la festividad de San Juan Bautista, se celebra de forma singular lo que se conoce como las fallas, con el fuego como eje principal.

El protagonismo del fuego simboliza en la mitología popular precristiana el poder generador del sol en el día más largo del solsticio de verano, que, junto con los otros elementos esenciales primigenios: agua, aire y tierra, son los aseguradores de la vida renovada. Estos elementos esenciales de la naturaleza conllevan rituales de purificación, fertilidad y protección, en una representación sacralizada del mito del Eterno Retorno, el mito que explica la regeneración vital de la naturaleza.

En definitiva, rituales que subyacen en el mundo sincrético de las creencias espirituales y religiosas, que han llegado hasta nuestros días insertados en el calendario litúrgico católico.



La historia que respalda el encendido del faro, las fallas y las hogueras, se ha vinculado a la historia de San Juan Bautista. Su madre Santa Isabel encendió una hoguera para anunciar a la Virgen María, que iba a tener un hijo.

Según la Leyenda Dorada, de Jacobo de Vorágine, la cabeza y cuerpo de San Juan Bautista fueron enterrados en Sebaste (Palestina), donde fueron venerados por los cristianos que veían continuamente los milagros procedentes de esa tumba.

Indignado, Juliano el Apóstata ordenó la exhumación de los restos, su descuartizamiento y esparcimiento para evitar la devoción de los cristianos. Sin embargo, las reliquias siguieron obrando prodigios, ante lo cual Juliano mandó que se volvieran a reunir los pedazos y los quemaran en una hoguera. La celebración comienza cuando vecinos de algunas localidades del Pirineo oscense central y oriental suben a las cumbres próximas al pueblo y en su cima talan árboles, cuyos troncos son plantados de nuevo y se les prende fuego, son los faros; con las ramas cortadas se confeccionan teas o antorchas, fallas, flamas, falles o falletas de unos dos metros de largo; con ellas se prende fuego del faro central y los jóvenes comienzan a descender por la ladera de la montaña; es lo que se llama Correr la falla, van guiados por el cap de colla formados en hilera y haciendo girar las fallas sobre sus cabezas, por lo que van desprendiéndose albá o pequeños trocitos encendidos, que transmiten a su vez las propiedades purificadores del fuego original.

Una vez en el pueblo, en la plaza de cada localidad se enciende una gran hoguera con los restos de las fallas que han bajado. La bajada de los fallaires es recibida con música y con el tañer de las campanas.

La tradición dice que las cenizas fertilizan los campos, curan las enfermedades de la piel y saltando la hoguera tres veces se tiene suerte durante el año. Incluso en algunos sitios se arrastraban fajos de fallas encendidas por los campos para favorecer las cosechas.

Las fallas son propias del área pirenaica oscense, fundamentalmente de la Ribagorza:

Bonansa, Aneto, Gabás, Castanesa, Sahún, Montanuy y Laspaules y San Juan de Plan en Sobrarbe donde se conoce como el Diya de la falleta. La tradición puede observarse en otras áreas pirenaicas fuera de Aragón, como Andorra, Cataluña y Francia.

El fenómeno está experimentando un resurgimiento importante y convirtiéndose en seña de identidad de las localidades pirenaicas centro-orientales. La fiesta de San Juan y las fallas, presenta unas connotaciones propias y singulares en Aragón, viviéndolas en las localidades en donde se celebran como parte de una comunidad cultural inmaterial.

Las fallas en el Pirineo oscense central y oriental se constituyen como parte del patrimonio inmaterial aragonés por varias razones: Por la pervivencia en esta tradición de ancestrales rituales precristianos purificadores y fertilizadores; por la representación del ciclo vital renovador en el momento del solsticio de verano bajo la advocación de San Juan Bautista; por la singularidad de un fuego original-faro en la cima de la montaña sagrada que proporciona el encendido de las fallas y la bajada de los fallaires en una expansión del fuego purificador que llega a toda la comunidad y rincones del vecindario; por los intensos sentimientos de pertenencia
al territorio y la historia de las comunidades pirenaicas depositarias de estos rituales.

El fuego cobra en estas localidades una dimensión principal, transmisora de bienes y comunicadora de vida, insertándose en los rituales del ciclo vital en un sincretismo de creencias que perviven a lo largo de los siglos.

Descárgate aquí la resolución de incoación


Descárgate aquí la orden de 10 de junio de 2014 por la que se declaran Bien Catalogado Inmaterial:



Se declara BIC Inmaterial “la cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón”


El pasado 5 de julio el Gobierno de Aragón Inició el expediente para la declaración de la “cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón” como Bien de Interés Cultural de Aragón, como úno de los bienes inmateriales más sobresalientes de nuestro territorio.

El 23 de octubre de 2012 se dicta resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se notifica el trámite de audiencia a los interesados en el expediente iniciado para la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial, a favor de “la cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón”, que se publica en el BOA en 6 de noviembre de 2012.

El 19 de febrero se aprueba el decreto 21/2013 mediante al que el Gobierno de Aragón declara la "cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón" como Bien de Interés Cultural, tal y como se publica en el BOA número 43 de 1 de marzo de 2013.



La cultura de la madera generó históricamente, y transmitió de generación en generación, un patrimonio inmaterial referido a actividades, oficios, utensilios, herramientas y, especialmente, una manera propia de vivir, que implicaba a las poblaciones dedicadas a la explotación, transporte y manufactura de la madera.

La necesidad de aprovisionamiento de esta materia prima, imprescindible para la construcción de inmuebles, mobiliario y objetos muebles, así como para la construcción de las flotas reales en los astilleros, hizo necesario el desarrollo de un sistema de transporte desde los lugares de obtención hasta los centros comerciales y de producción, que la disponibilidad de vías fl uviales facilitaba en gran manera. Los troncos cortados en la montaña se “tiraban” por los ríos hasta desembocar en el principal, allí se ataban y formaba lo que se denomina navata, rais en Cataluña o almadía en Navarra y Castilla principalmente.

En Aragón han sido los ríos pirenaicos los cauces por donde discurrían las rutas navateras o almadieras por donde bajaban los troncos aprovechando el deshielo en la primavera y formando las navatas al llegar al río Ebro. Tres han sido las rutas fl uviales de la madera en Aragón:

- Ruta del río Aragón desde Anso (río Veral) y Hecho (Aragón Subordan)
- Ruta del río Gállego, formándose las navatas en Murillo y Santolaria
- Ruta del río Cinca desde Laspuña o Escalona, para entrar en el Ebro hasta Tortosa.

Siendo los puntos de atar y desembarcar: Santa Cilia, Murillo de Gállego, Laspuña, Monzón y Fraga.

Las navatas podían ser de uno, dos o tres tramos, se formaban entrelazando los maderos con sarga, los remos dirigían la navata por el cauce hasta la desembocadura del río Ebro.
Las navatas podían ser de uno, dos o tres tramos, se formaban entrelazando los maderos con sarga, los remos dirigían la navata por el cauce hasta la desembocadura del río Ebro, donde acudían los madereros para su compra. El viaje de descenso de los navateros no estaba exento de peligros y difi cultades, no sólo físicos, sino también económicos debido a las exigencias de pago por parte de señores y autoridades a su paso por las diferentes localidades.
En Aragón, únicamente los almadieros de Hecho estaban exentos de pago, pues desde el siglo XIV disponían de un Privilegio que los liberaba de cualquier tributo y que les permitió controlar este medio de transporte durante siglos.
Las últimas navatas llegaron a Tortosa en 1949, en 1983 la Asociación de Navateros de Sobrarbe tomo la iniciativa de recuperar la actividad y organizo una celebración donde se construyó una navata que descendió entre Laspuña y l´Ainsa en Sobrarbe. Pronto se unieron más iniciativas en La Val d´Echo y la Galliguera. Desde entonces se han seguido celebrando anualmente estos descensos iniciando una tradición de gran aceptación popular.

La cultura del transporte fl uvial de la madera es exponente de los criterios de protección de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de 2003, ratificada por España en 2006, continuados por el Plan Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2011 y según los parámetros de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés.

Descárgate el decreto de declaración:

Descárgate la resolución de incoación:

Descárgate la resolución de trámite de audiencia:


Declarados Bien Catalogado el conjunto de la iglesia de La Asunción de Nuestra Señora y el esconjuradero de Mediano



El pasado 8 de febrero la Comarca de Sobrarbe tramitó, con el beneplácito del Ayuntamiento de La Fueva, la solicitud de incoación de la iglesia de la Asunción de Mediano, del esconjuradero y del Puente del Diablo como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico.

En la resolución de 9 de mayo de 2011, la Dirección General de Patrimonio Cultural expuso su decisión de incoar procedimiento de declaración de la iglesia y el esconjuradero como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. Los bienes catalagodas son aquellos que, pese a su significación e importancia, no cumplan las condiciones propias de los Bienes de Interés Cultural, y se les otorga así un segundo grado de protección según la ley 3/1999 de Patrimonio Cultural Aragonés.

Finalmente, por orden de 12 de marzo de 2012, del Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, se declara Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés el conjunto formado por la iglesia de La Asunción de Nuestra Señora y el esconjuradero de Mediano. Esta orden se publicó el 16 de abril en el BOA núm.72.

BOA 72, 16 de abril de 2012:

En dicha orden se recoge que "el conjunto descrito, formado por la iglesia con su esbelta torre y el cercano esconjuradero, ligado a ella funcionalmente, merece ser reconocido por sus valores culturales asociados a su papel como símbolo e icono de Mediano, el pueblo dormido bajo las aguas"


A pesar de que la Comarca de Sobrarbe consideraba que el conjunto merecía la máxima distinción y protección (BIC) por sus valores históricos, identitarios, etnográficos, culturales, económicos y sociales, finalmente, el Gobierno de Aragón inició el procedimiento para su inclusión en el Catálogo del Patrimonio Cultural de Aragón, proponiendo su declaración como Bien Catalogado, segundo grado de protección en orden de importancia. Los valores que adujimos en el informe de solicitud de inicio del expediente fueron:


Valores históricos

La ley 3/1999 define "Conjunto histórico" de la siguiente manera "es la agrupación continua o dispersa de bienes inmuebles, que es representativa de la evolución de una comunidad humana por ser testimonio de su cultura o de su historia, que se constituye en una unidad coherente y delimitable con entidad propia, aunque cada elemento por separado no posea valores relevantes"
¿Acaso existe algún conjunto tan representativo de una parte de la historia y de la evolución de Sobrarbe? La política hidráulica seguida en el siglo XX tuvo serias consecuencias para nuestro territorio, y es por tanto una parte importante de su historia reciente. Como tal, el conjunto histórico de Mediano supone un ejemplo vivo de los aspectos más duros de la construcción de un pantano, y se conforma como uno de los mejores testimonios materiales de la historia de Sobrarbe y de la evolución de la comunidad que ha habitado este territorio en el último siglo.
Por tanto, se propone la declaración de este conjunto como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto de Interés Cultural- Conjunto histórico.

Valor Identitario
La iglesia de Mediano y el conjunto en el que se enmarca, se conforma como uno de los bienes más destacados del patrimonio cultural de Sobrarbe. Posee un relevante interés histórico, arquitectónico, artístico y etnográfico, pero principalmente es un referente sobresaliente por su valor identitario.
La ley 3/1999 del Patrimonio Cultural Aragonés en relación a los pueblos deshabitados afirma "Los pueblos deshabitados constituyen parte de nuestras raíces culturales y de nuestros modos de vida tradicionales (…) Se impulsará el inventario de sus bienes y la recuperación paulatina de los mismos" (Disposición adicional tercera)
Además, define el patrimonio cultural como "el conjunto de los elementos naturales, o culturales, materiales e inmateriales, tanto heredados de nuestros antepasados como creados en el presente, en el cual los aragoneses reconocen sus señas de identidad y que ha de ser conservado, conocido y transmitido a las generaciones venideras acrecentándolo" (Preámbulo).
Como tal, el conjunto de Mediano, con sus intermitentes apariciones en la superficie, y su esbelta torre, desafiando siempre las aguas tristes del pantano, no es tan sólo un elemento más de nuestro patrimonio material, sino un potente símbolo en el que los sobrarbenses y los aragoneses pueden reconocer sus señas de identidad, sus raíces, su presente y su esperanza en un futuro mejor.


Valores etnográficos

El puente y el esconjuradero aportan al conjunto un valor añadido: se trata de dos inmuebles cuyas características arquitectónicas son extraordinariamente representativas de las formas tradicionales de construcción, pero a la vez, se hallan íntimamente relacionados con el delicado patrimonio inmaterial, con las creencias y la religiosidad popular, con las leyendas y la tradición oral.


Protección y restauración del patrimonio cultural

La ley 3/1999 reconoce que "el Patrimonio Cultural es un bien social, por lo que su uso ha de tener la finalidad de servir como factor de desarrollo integral al colectivo al que pertenece, adquiriendo así el valor de recurso social, económico y cultural de primera magnitud" (preámbulo I)
El hecho de declarar el conjunto de Mediano como Bien de Interés Cultural puede potenciar su restauración y su puesta en valor: La protección del Gobierno de Aragón, declarándolo como un bien de valor destacado dentro del patrimonio cultural de Aragón puede ser un argumento de peso para que la Confederación Hidrográfica del Ebro establezca un plan de protección y conservación del mismo.
Se trataría de que cuando el pantano se halle en niveles bajos y pueda accederse al conjunto, se realice una revisión y consolidación del bien, previendo posibles deterioros.
Cuando las aguas vuelvan a cubrirlo, descansará en silencio, avisando de su presencia con la torre de la iglesia. Las revisiones y actuaciones periódicas podrían realizarse cuando el nivel del pantano baje lo suficiente (cosa que ocurre cada uno, dos o tres años).
Conseguir la implicación de la Confederación Hidrógrafica del Ebro en la protección y conservación de este bien sería esencial para asegurar la pervivencia de este conjunto y el disfrute del mismo por las generaciones futuras. Esta implicación sería mucho más fácil de conseguir si existiera un reconocimiento de la importancia del conjunto por parte del Gobierno de Aragón.

Intereses culturales
El patrimonio es uno de los pocos elementos presentes que nos liga con la herencia histórica y cultural (con los valores estéticos, artísticos, tecnológicos, históricos…) que han tipificado nuestras sociedades.
En este sentido, el patrimonio es una de las claves que nos permiten conocer las partes sumergidas de nuestra cultura y contribuyen al mejor conocimiento de la realidad de nuestras sociedades que, a fin de cuentas, son un presente evanescente caracterizado por una suma de herencias históricas.
Reconocer el conjunto de Mediano como "Conjunto de Interés Cultural" permitirá mantener viva la reflexión sobre el pasado, el presente que vivimos y el futuro que vamos a crear.

Intereses económicos
En la década de 1960 comenzó el interés y la valoración del patrimonio como recurso económico, tal y como queda reflejado en las cartas y documentos publicados desde entonces.
Hoy en día, el turismo continúa siendo el sector más favorecido por la gestión de los recursos patrimoniales, que ha contribuido a la expansión de algunos segmentos minoritarios hasta la década de los noventa, como el turismo rural o el turismo cultural de interior.
El patrimonio cultural es cada vez más motor y referente de la industria neo-turística que busca el viaje en el tiempo y en el espacio.
Esta declaración ampliaría la oferta para el sector turístico del municipio de La Fueva en particular, y de la Comarca de Sobrarbe en general, con un nuevo reclamo novedoso y diferente. La originalidad de tratarse de un patrimonio sumergido bajo el nivel de las aguas y visitable tan sólo en determinados periodos de tiempo supondrá un reclamo irresistible para el visitante ávido por encontrar nuevos lugares sin descubrir.


Intereses sociales

El reconocimiento de este conjunto como "Conjunto de Interés Cultural" por el Gobierno de Aragón contribuirá a afianzar la identidad colectiva de los habitantes de Sobrarbe, promoviendo una revalorización de los recursos propios, cambiando el frecuente sentimiento colectivo que veía la cultura tradicional como símbolo de ruralidad, de atraso o pobreza, por otro muy diferente de dignidad, identidad y orgullo por lo propio.
Se potenciará el reconocimiento público (tanto de autóctonos como de foráneos) del patrimonio cultural como un bien a preservar, a mantener y a transmitir a las generaciones futuras. Además, se amplía la visión de patrimonio cultural más generalizada que hace referencia al patrimonio arquitectónico monumental, obviando otros como el patrimonio etnográfico o el inmaterial.
Los visitantes que acudan a Mediano conocerán los detalles de la trayectoria histórica de un pueblo del Pirineo, ejemplo de otros muchos, y las características esenciales de su cultura, favoreciendo el conocimiento y la comprensión intercultural desde el respeto.


A partir de su fecha de publicación en el BOA (22 de junion de 2011) se abrió un periodo de información pública de un mes para que cualquier persona, física o jurídica, pudiera examinar el expediente en las oficinas de la Dirección General de Patrimonio Cultural y formular las alegaciones que consideren oportunas.
La Comarca de Sobrarbe remitió alegaciones en el sentido de que no se había tenido en cuenta suficientemente el importante valor histórico del conjunto en la incoación del procedimiento de declaración como Bien Catalogado y argumentando por qué el conjunto formado por estos bienes debería ser declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico.
Con fecha 26 de septiembre el Gobierno de Aragón desestima nuestra solicitud por considerar más adecuada la inclusión de estos bienes en la categoría de Bien Catalogado.

DOCUMENTOS DE INTERÉS:


BOA 72, 16 de abril de 2012:

BOA 121, 22 de junio de 2011:

Memoria elaborada por el Servicio de Patrimonio de la Comarca de Sobrarbe y remitida junto a la solicitud de inicio de expediente:
Documento completo (2,5 Mb)

Documento por partes:
Primera parte:
Segunda parte:
Tercera parte:




Nuevas manifestaciones de arte rupestre en Sobrarbe declaradas BIC.

El Gobierno de Aragón, por Orden de 29 de septiembre de 2011 aprueba la relación de diferentes cuevas y abrigos con manifestaciones de arte rupestre y su localización, declarados Bien de Interés Cultural.

Se trata de la aprobación de un listado de lugares con arte rupestre localizados en Aragón entre los años 2002 y 2011, complementario al que se publicó en 2002.

Se ha comprobado que no existen en el territorio aragonés zonas que no contengan algún tipo de manifestación rupestre, destacando en este periodo los hallazgos de arte rupestre levantino y esquemático, los descubrimientos de grabados rupestres prehistóricos y protohistóricos y las abundantes representaciones parietales de época histórica.

De este modo, se incrementa en 7 los bienes declarados Bien de Interés Cultural en Sobrarbe, al aparecer en este listado la Cueva de la MIranda en el municipio de Abizanda, la Cueva de Pelegrín en Eripol, la Subida al Castillo de Boltaña, Guiral I en Giral, el abrigo de Codronazo en La Fueva, la Cueva de Revilla en Sin y la ermita de San Lorenzo en Revilla.

Todos ellos son ahora BIC en la categoría de Monumento, la que agrupa aquellas construcciones u obras producto de la actividad humana, de relevante interés histórico, arquitectónico, arqueológico, artístico, etnográfico, científico o técnico


Pincha en el icono para descargarte la orden del BOA





Ermita de San Lorenzo en Revilla



La Trashumancia en Aragón, declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial.

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha declarado Bien de Interés Cultural como Bien Inmaterial la Trashumancia en Aragón con el decreto 289/2011, publicado en el BOA 175 de 5 de septiembre de 2011.

En la resolución del 14 de diciembre de 2010, publicada en el BOA nº2 del 4 de enero de 2011, iniciaban el expediente de declaración porque entendían que la trashumancia, o el traslado del ganado en busca de pastos para sus sustento guiado por pastores y ganaderos, no es sólo una actividad sino que se considera una manera de vivir dentro de una economía de subsistencia tradicional en la cual la interrelación del hombre y el medio bioclimático es total. El traslado del ganado de un lugar a otro en diferentes niveles de estancia temporal afecta a todos los aspectos de la vida de los ganaderos, pastores y sus familias.

Ahora, con esta declaración, se reconoce que "La trashumancia es, en esencia, el traslado del ganado en busca de pastos guiado por pastores y ganaderos, actividad que constituye una manera de vivir dentro de una economía de subsistencia tradicional en la cual la interrelación del hombre y el medio bioclimático es completa.

Este traslado del ganado (mayoritariamente ovino pero también equino, vacuno, etc...) en diferentes niveles de estancia temporal (corta, media y larga duración) afecta aspectos de la vida de los ganaderos, pastores y sus familias, regulando también las actividades del ciclo estacional anual y diario.

La actividad trashumante se originó en la Península Ibérica en tiempos remotos y su organización se consolidó en la Edad Media. En Aragón se organizó en fechas muy tempranas ya que, en 1218, el rey Jaime I nombró al primer Justicia de Ganaderos, institución singular que perduró hasta 1828 y, en 1229, el mismo monarca concedió Privilegios a la cofradía de San Simón y San Judas de Zaragoza (antiguo nombre de Casa Ganaderos).

Las instituciones relacionadas con la trashumancia en Aragón se denominan Mestas o Ligallos, y fueron controlados por los poderes de las comunidades de aldeas de Calatayud, Daroca, Teruel y Albarracín, interesados en la buena marcha de los rebaños. La Mesta de Albarracín junto con la Casa de Ganaderos de Zaragoza fueron las instituciones más importantes del Reino de Aragón.

Por ellas los ganaderos disponían de una institución corporativa, vinculada a los poderes locales, encargada de regular las relaciones profesionales entre sus miembros, proteger los privilegios de pasto y garantizar las infraestructuras pecuarias, dando lugar a una rica y extensa normativa tanto escrita como consuetudinaria.

En Aragón la trashumancia, tanto interna como externa, ha articulado las relaciones entre la montaña y el llano, entre los Pirineos y el Valle del Ebro, así como entre las serranías ibéricas turolenses, con su entorno próximo y lejano: Levante, La Mancha y Andalucía, especialmente.

Esto ha confi gurado un paisaje cultural específi co articulando una tupida y extensa red de comunicaciones llamadas vías pecuarias, denominadas cabañeras en algunos lugares de Aragón, y ha dado lugar a diferentes construcciones arquitectónicas auxiliares. También ha supuesto un intercambio entre diferentes territorios de carácter económico, social y cultural de primer orden a lo largo de la historia, manifestado en las costumbres, la literatura oral, el lenguaje, las fi estas, las creencias, la música, el folclore, los juegos, la indumentaria y la gastronomía, así como en los numerosos ofi cios vinculados a la actividad trashumante."


Descárgate aquí el decreto de declaración


Como recoge Severino Pallaruelo en el capítulo dedicado a la trashumancia del libro "Comarca de Sobrarbe", de la colección Territorio 23,

    "En Sobrarbe, como en las otras comarca pirenaicas, la ganadería ovina ha sido -y parcialmente es todavía- trashumante. Las grandes extensiones de pastos situados entre los 1.500 y los 3.000m. de altitud, que permanecen cubiertos por la nieve durante el invierno y brotan de nuevo a finales de la primavera, justifican los traslados estacionales del ganado para ascender en verano a los pastos estivales y descender cuando llegan las nieves (...)

    (...) Hay dos tipos de trashumancia: una caracterizada por la larga distnacia que separa los pastos estivales -en las montañas pirenaicas- de los pastos invernales, situados en el valle del Ebro; y otra de recorrido corto en la que el ganado asciende a los puertos en verano pero cuando los abandona, en otroño, lo hace para permanecer en el valle próximo, sin descender a los pastos lejanos situados en lo que aquí suelen conocer genéricamente como Tierra Baja (...)

    (...) Las vías pecuarias reciben en Sobrarbe el nombre de cabañeras. Como sucede en la anatomía con los vasos sanguíneeos, los grandes caudales pecuarios que llegaban a la comarca desde el sur por sólo tres vías, se ramificaban luego en diferentes caminos hasta alcanzar los distintos puertos.
    La cabañera más conocida descendía de los puertos de los valles de Vió, Puértolas, Bielsa y Gistaín, siguiendo el curso del Cinca hasta Mediano, donde se desviaba hacia el oste para cruzar la sierra y seguir luego por Naval hacia Barbastro.
    Otra más occidental -transitada por los ganados del valle de Broto y algunos de Solana y Fanlo- cruzaba el río Ara por Lacort, continuaba por Arcusa, cruzaba la sierra de Sevil y llegaba hasta las cercanías de Barbastro para seguir hacia los Monegros y el Ebro.
    La más oriental -seguida antiguamente por los ganados de Bielsa y Gistaín- se dirigía hacia el macizo de Cotiella y avanzando por el interfluvio Çesera-Cinca llegaba hasta Graus continuando hasta Alinsa para enlazar con la que bajaba del valle de Benasque (...)"



Esta incoación tiene especial importancia puesto que, de llegar a buen término, se tratará del primer bien inmaterial en ser declarado BIC en Aragón.





Disfruta de dos rutas relacionadas con la Trashumancia en Sobrarbe
:

Las Casetas de Pastor

Vía Pecuaria La Solana-Valle Vió



Declaración de la iglesia y el esconjuradero de Guaso como Bien Catalogado

La Orden de 16 de marzo de 2011, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, declara el conjunto formado por la iglesia parroquial de El Salvador y el esconjuradero de Guaso, término municipal de Aínsa-Sobrarbe (Huesca) como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés.

Más información sobre el bien



Declaración de la iglesia, la abadía y el esconjuradero de Almazorre como Bien de Interés Cultural

El pasado 28 de abril la Comarca de Sobrarbe tramitó la solicitud de incoación de la iglesia de Almazorre (término municipal de Bárcabo), hasta este momento Bien Catalogado, como Bien de Interés Cultural. Ésta es la máxima categoría de protección que contempla la ley 3/1999 de Patrimonio Cultural Aragonés.

Por resolución del 12 de julio de 2010, del Director General de Patrimonio Cultural, se incoa el expediente.

En el Consejo de Gobierno del 30 de noviembre de 2010, el Gobierno de Aragón, a propuesta del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, ha aprobado la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, la iglesia, casa abadía y esconjuradero de Almazorre.

Mas informacion





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Comarca de Sobrarbe

P2200135H
Av. Ordesa 79. 22340 Boltaña
Huesca (Es)

Tel: (+34) 974 518 024

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